Debía ser fin de semana el 12 de diciembre
de 2004, pues hice la foto bastante temprano. Estabamos próximos a la Navidad y
las calles estaban siendo adornadas con flores de pascua. Había serenado durante la noche y las flores aún estaban
cubiertas de pequeñas gotas de agua que brillaban al cálido sol de una mañana
luminosa pero poco fresca para la época.
Sobre una hoja de un rojo intenso y aterciopelado , las dos gotas de
agua ,nítidas , puras y refulgentes como diamantes, parecian
conversar mientras esperaban impasibles la inevitable suerte que les
aguarda. Pero ese destino , acabará fundiéndolas en una sola vida , fugaz pero
intensa ,breve pero imperecedera ,que se extinguirá lentamente y así, se desvanecerán en el
infinito ,tal vez más unidas que nunca , para volver de nuevo al génesis de su propia naturaleza, al renacer
de su eterno ciclo vital … A la razón misma de nuestra propia existencia…
Para disfrutar de más contenido fotográfico pulsen Inicio. :)
No hay comentarios:
Publicar un comentario