Aunque el oleaje no era espectacular y las olas eran de embestida "mansa" para sacar de ellas mayor partida,estos acróbatas de la espuma consiguieron algunas faenas de mérito y gran plasticidad , apurando hasta el límite las posibilidades que el "morlaco" les brindaba... Sin duda son auténticos atletas que ofrecen un excitante espectáculo,no exento de riesgo y que estimulan en mi, las glándulas de la envidia. Eso si sana ...
Por cierto, ¿existen las glándulas de la envidia...? ¡Vaya Ud.a saber...!
Por cierto, ¿existen las glándulas de la envidia...? ¡Vaya Ud.a saber...!












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