Los árboles de la Plaza del Adelantado en La Laguna,despojados de sus hojas, permitían contemplar,a través de sus desnudo esqueletos, el paso de imponentes nubes que durante todo el día habían descargado una lluvia incesante. Con la caída de la tarde , bañadas por una suave luz dorada, se batieron en retirada para otorgar a los sufridos laguneros una insegura tregua que les permitiera estirar las piernas, disfrutando, pese a todo, del rigor invernal por entre las tranquilas calles laguneras y las viejas plazas cargadas de historia y magia... Son esos rincones los que hacen que los puñeteros inviernos de La Laguna - con permiso de Sevilla - "tengan un sabor especial... y como no, ¡su duende también! Y es que La Laguna sin un buen invierno pierde "musho" mushasho!!
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
-
"La jambre" hace de la necesidad virtud... ¿ Para qué ir a un parque acuático, cuando puedes tener la diversión gratis en la ...
No hay comentarios:
Publicar un comentario