Un minuto antes,sólo la zona de El Ancón ,La Gurona y poco más estaba completamente iluminada por un limpio y certero rayo de sol ,fugado del presidio de nubes que velaba el habitualmente limpio y lujuriosamente azul cielo de Valle G. Rey ; el resto de La Calera estaba sumido en una oscura y fría penumbra ,que enfatizada por la relativa escasa latitud de exposición de los sensores de la cámara, hubiera generado una imagen tenebrista, sombría, tremendamente impactante y espectacular ,cargada de una mágica,esotérica y sugestiva belleza...
En lo que saqué la cámara de la mochila, la arranché, apunté y disparé,la luz tamizada por el abundante nuberío del 25 de Mayo de 2014 se extendió lenta y suavemente por el mundo. Y aunque conseguí captar el epílogo del fugaz instante,la foto,el momento, era el prólogo... Y es que nunca sabemos tras qué "esquina" nos espera una buena y maravillosa fotografía. Nunca estamos totalmente al quite... Y a pesar de intuirlo, no he aprendido aún la lección...
¡Y no es la primera vez...! ¡ Ni será la última...espero...!
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