La ausencia del sol no impide que el sotomonte se llene de una luz casi espectral que crea un ambiente mágico en el que se desarrollan los viejos cuentos de la infancia y la que perviven las intrigantes historias que, según nos contaban nuestros ancestros, ocurrían en la espesura profunda de nuestro mágico monte, velada, los largos inviernos, por la juguetona , y mística bruma...
Yo soy la bruma que brinca / por paredones y cercas, / cruza por las hondonadas / ...etc,etc
El Raso de la Bruma, 7 de febrero de 2015.
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