El atardecer sereno del 26 de Abril de 2004 se engalanaba con rayos de luz que se escapaban por entre las nubes de poniente y pintaban de un sereno y cálido dorado las laderas deTeguerguenche ,equilibrando la oscura sombra de La Merca, adormecida ya bajo el velo inexorable de la noche.
Probablemente la luz de abril sea la luz más bella del año para fotografiar tanto el amanecer
como el ocaso. Posee una sutil mezcla del invierno ya ido y de la recién llegada primavera ,que le otorgan una textura suave,brillante y cargada de nostalgia. Tal vez este atardecer, no tiene ningún mérito especial, pero me gusta por que me recuerda un atardecer "de los de antes", de cuando la última luz de la tarde ya nos mandaba a cenar...
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