De regreso a casa , después de una tarde "buscando fotografías", tuve la ocurrencia de asomarme al mirador de Alojera pese a que soplaba un tejuplito bastante fresco que invitaba más a buscar tierras cálidas que a quedarse en el monte... Pero la textura de la luz que ofrecían los últimos rayos del sol del 27 de Diciembre de 2009, invitaba a esperar y el resultado compensó con creces el pequeño sacrificio... Acostumbraba cada Navidad a realizar una batida fotográfica para liberar las tensiones acumuladas en el trimestre último del año y en unos días de relax en La Gomera aproveché para una gira , cámara en ristre, por el monte de la "tierruca"... La luz de las fechas navideñas tiene una magia especial y las últimas tardes del año se maceran en una sopa de variopintas sensaciones y vivencias que entremezclan la esperanza en el nuevo año con la magua y la nostalgia por quienes ya se han ido, que al igual que en las sombra se perciben suaves los detalles, siguen latiendo los recuerdos en nuestra memoria ... Alojera se apresta para despedir los días de cara al poniente en medio de un silencio sobrecogedor que el Viento del Norte rompe a menudo , a veces con fieros bramidos como una bestia salvaje, a veces con una dulce canción de cuna. Al fondo La Palma ,en silencio, observa acurrucada detrás de un jergón de nubes... Mañana sería otro día...
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