Una madre y su hijo son sorprendidos por un fuerte aguacero mientras se bañaban en el charco del Conde el 10 de Agosto de 2015 , en el día de San Lorenzo más extraño y anómalo que recuerde cualquier natural de Valle Gran Rey, y que trastocó por completo la típica y luminosa estampa veraniega del octavo mes del año. Una atmósfera totalmente invernal - excepto por el calor bochornoso - se adueñó del valle y del archipiélago, según creo , que sin embargo no impidió el disfrute de las playas... Bien al contrario, añadió un nuevo aliciente , la lluvia , que impregna el placentero baño en el mar de un aura casi mística , produciendo una enervante y agradable sensación de bienestar y relax... Una catarsis casi celestial... Por lo menos a mi y para mucha más gente que conozco...
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